Shewamare trabaja con pequeños agricultores de la zona que normalmente cultivan sus cafés a la sombra de falsos plataneros. El tamaño
medio de las explotaciones es de unas 0,5 hectáreas. Lleva trabajando 2 años con el exportador Ephtah quien en este caso financió la compra de las cerezas.
Como sabéis Etiopía es el lugar de origen de todos los cafés arábicas del mundo, por eso la diversidad genética de los cafés etíopes es tan amplia, Shewamare es un ejemplo más de lo increiblemente delicioso que puede llegar a ser un café etíope.
Tenemos otro Etiopía de Yirgacheffe de proceso natural, el Bule Adado, curiosamente está a solo 10 Km de Aricha. ¡Qué pequeño es el mundo!