Nos gusta hablar de café y salud porque estamos convencidos que nuestra alimentación juega un papel clave en nuestra salud. Hablar de café y salud no es una tendencia de nuestros tiempos es una relación que ha existido a lo largo de la historia.
El primer registro histórico del café se sitúa en la región etíope de Kaffa, en torno al siglo X d.C. Los primeros documentos atribuían a la planta del cafeto propiedades curativas. Al Razí, un médico árabe de la época fue el primero en describir la planta del cafeto, el grano y sus propiedades estimulantes “muy apropiadas para combatir la melancolía”.
Apenas dos siglos más tarde, sobre el año 1000, otra eminencia de la medicina árabe, Avicena que fue médico, filósofo y científico escribe “El canon de la medicina”, uno de los libros más utilizados de la medicina durante siglos, y traducido al latín en el año 1200. En él se describe así el café: “su infusión fortifica los miembros, limpia el cutis, seca los humores malignos y da un olor excelente a todo el cuerpo.”
El café fue considerado primero una bebida religiosa, luego un estimulante para los guerreros que daba fuerza y vigor antes de la batalla, y al mismo tiempo una bebida de mágicos poderes medicinales. Hasta que finalmente se convirtió, hacia el siglo XVI, en la bebida social por excelencia del mundo árabe.
Imagen: NOVA Medical School | Faculdade de Ciências Médicas da Universidade Nova de Lisboa
¡Que bella imagen!