BRUTUS

Llegó a casa  hace dos meses, el 15 de Mayo, y se llama” Brutus”. Un perro mestizo de bulldog francés y cazador. Lo trajo Taki, mi hijo mayor, regalo de su amigo Javi, que recoge perros y gatos abandonados. Taki me dijo que solo era para unos días, que su amigo se iba de viaje y nos pedía el favor de cuidarlo cinco días…. Era mentira, una preciosa mentira,  porque venía para quedarse ¡y lo consiguió al primer día!

Por  casa han pasado dos perros y un gato y no estaba en nuestros planes volver a tener perro, pero como dice la canción…”La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.  En dos meses hemos vivido una revolución de alegría, compañía y amor ¡Se me había olvidado todo lo que me he perdido estos cinco años sin perro!

Mientras escribo estas líneas lo tengo a mis pies, mirándome de reojo, dispuesto a lo siguiente que le proponga. A los amantes de los perros, nada de lo que os diga os va a sorprender, así que no voy a hacer  apología del amor perruno sino apología de la sorpresa, de los regalos que nos ofrece la vida y por miedo a lo desconocido decimos que no. Di sí a cosas que no conoces, di sí a novedades en tu vida. No sopeses tanto los contras, y lánzate. Siempre puedes echar marcha atrás pero ¿y si ese tren-sorpresa ya no pasa más y lo has perdido?

Aquí estoy dando gracias por este brutal regalo ¡Por este amor  que siempre está ahí esperándome! “Brutus “tiene siete años y tres de su vida los pasó en la perrera porque su dueño se murió y lo abandonaron. Tiene epilepsia, pero desde que llegó a casa no ha tenido ningún ataque ¡porque el amor lo cura todo! Lo que tengo claro es que si tenemos otro perro será de los “abandonados”.

Lo que me da pena es que no podemos disfrutar juntos de un buen café porque está prohibido para los perros… pero igual pruebo con un Afortunato porque tú, , Brutus, ¡te lo mereces!